| Descripción de la ruta:
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Km 0 MANZANARES EL REAL.
El punto de partida se sitúa en la gasolinera del pueblo. Al lado del cuartel de la Guardia Civil, arranca un camino de tierra paralelo a la carretera general y el embalse de Santillana, que transcurre por suaves ondulaciones entre baches de agua y barro.
Km 3,9.
Se alcanza la carretera en una curva. Una pista rural, señalizada con un panel indicador de vía pecuaria, sale a la izquierda. Tras un suave ascenso llega a una gran explanada, dominada por un monolito de piedra visible desde lejos.
El trayecto continúa a la derecha; una portilla con barras en el suelo se interpone. Más adelante, avanza por el ramal derecho de una bifurcación y atraviesa un arroyo de fácil vadeo.
Las marcas rojas y blancas de la senda de gran recorrido GR-10 y los carteles de un carril ganadero jalonan una parte del recorrido.
Km 7,7.
Zona de praderas y berrocales, río abajo de un pequeño embalse. Hay que rodearlo y dejar a la derecha una senda encabezada por un abrevadero de agua no potable.
Km 10,2.
Una pista cementada viene del caserío de El Soto. Se circula por ella hasta el cruce frente a una nave agrícola construida con ladrillos; ahí termina el pavimento. Hay que torcer a la izquierda para coger otra pista que sube y pasa junto a un picadero.
Km 12,4.
Primer collado contiguo a la pequeña ermita de San Blas. Después de una serie de fuertes repechos superables con la ayuda de frecuentes pausas, se corona el segundo collado. Se abre una amplia panorámica sobre la vasta meseta madrileña.
Km 13,8.
Se continúa a la izquierda hacia una zona de pinares. Después de haber franqueado una barrera aparece una bifurcación; el ramal de la izquierda transita a lo largo de 3,6 kilómetros, entre pinares, por la ladera meridional del pico Najarra y, finalmente, asciende al tercer y último collado de la ruta.
18,2 Km 13,3.
Punto culminante del recorrido (1.305 metros). Desde aquí se contempla un paisaje grandioso: al oeste, las crestas de la Cuerda Larga y los verticales roquedos de La Pedriza; al fondo, como un receptáculo que recoge las aguas cantarinas de los arroyos, la hoya de San Blas. Nada más atravesar la portilla la pista se desdobla; se sigue de frente por el borde del pinar, en franco descenso hacia la depresión.
Hay algunos tramos pedregosos en muy mal estado, que obligarán a echar pie a tierra a los ciclistas menos experimentados.
Km 21,6.
Tras salvar otra barrera el camino se transforma en una angosta vereda, que más adelante vadea las aguas del arroyo Mediano.
Km 22,5.
Ya en la orilla izquierda aguarda un muro de piedras; hay que girar a la derecha y rodear la cerca de una finca con vaquería.
Después de haber vadeado el arroyo una vez más, se llega directamente a la ramificación del punto kilométrico 7,2 del inicio del recorrido. Por la derecha se regresa a Manzanares el Real, en el mismo trayecto de la ida. El asfalto de la carretera es una alternativa más cómoda y rápida para el final del día. |